- 'Bashar, no bombardees Homs, bombardéanos a nosotros', dice un cartel de la
ciudad de Kafarnabel
- Algunos manifestantes engañaron a las fuerzas de seguridad haciéndoles creer
que llevaban explosivos para que no los arrestaran
A pesar de la tragedia diaria de la represión, los sirios han convertido el humor negro en una forma original de resistencia. Las paradojas se han hecho tan famosas que empiezan a formar parte del imaginario colectivo. Los sirios las utilizan para reírse de su propia desgracia. La serie de frases que las recogen comienzan con un "Sólo en Siria" y se pueden leer en Internet y en pancartas. «Sólo en Siria, cuando llegan las fuerzas de seguridad empieza el peligro» o «Sólo en Siria los observadores de la Liga Árabe necesitan de observadores» son sólo algunos ejemplos.
Los carteles de Kafarnabel, una ciudad del norte del país, son otra muestra. «A quien le pueda interesar, la muerte está cansada de nosotros», reza uno de sus carteles más populares. Tras décadas de sumisión al sistema, los sirios liberan su creatividad a raudales. En una de las pancartas más difundidas, Bashar aparece postrado en una camilla en parada cardiaca y Putin intenta reanimarlo con el «veto» en forma de desfibrilador.
Un año de revolución da para mucha originalidad. En este video, editado por la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, se recogen varios momentos emblemáticos de las manifestaciones. En la primera escena, un jóven transmite en clave de humor las «ofertas de Bashar». En la segunda, se llaman a sí mismos «terrorista, conspirador, salafí» y disparan armas de mentira para deslegitimar la versión del régimen. En la tercera y cuarta escena, se muestran las protestas pacíficas y el mensaje de que "Uno,uno,uno, el pueblo sirio es uno" para combatir la violencia sectaria.
El ingenio ha logrado salvar vidas. Un jóven de Homs que vió cómo arrestaban a su hermano gritó «¡Ahora! ¡Tira del cinturón de explosivos!» consiguiendo que las fuerzas del régimen creyeran la mentira y lo soltaran inmediatamente.
El ingenio ha logrado salvar vidas. Un jóven de Homs que vió cómo arrestaban a su hermano gritó «¡Ahora! ¡Tira del cinturón de explosivos!» consiguiendo que las fuerzas del régimen creyeran la mentira y lo soltaran inmediatamente.
Estos actos casi nunca son espontáneos. Desde que comenzaran las protestas el 15 de marzo del 2011, se han fundado varias asociaciones que se dedican a organizar actividades no violentas para protestar contra el régimen, sobre todo en la capital. Entre ellas el movimiento 'Días de libertad' que ha conseguido teñir de rojo las fuentes de Damasco para representar simbólicamente la sangre de los mártires. También han escondido altavoces en edificios públicos por donde sonaban canciones de protesta e incluso han convocado huelgas generales «por la dignidad».
"Estas iniciativas contribuyen a disputarle el espacio público al régimen de una manera ingeniosa", afirma Swehat.
Yassin Swehat, bloguero sirio afincado en España, afirma que los manifestantes "se dieron cuenta de que protestar en el centro de Damasco era extremadamente arriesgado debido a la fortísima presencia de los aparatos de seguridad y por ello, idearon modos de protesta más escurridizos, a la vez que impactantes visualmente".
¿Cómo hacen llegar sus mensajes al mundo? Alseif (apodo por el que se le conoce) es otro sirio afincado en España que lleva un año escribiendo sobre la revolución en las páginas de facebook. "Me encargo de transmitir la información que llega por Skype de las coordinadoras locales en Siria. Las traduzco y las cuelgo en facebook donde las leen periodistas y activistas españoles. Nuestro principal objetivo es transmitir la voz del pueblo sirio en España".
Para él, los móviles han sido fundamentales para hacernos llegar lo que estaba pasando dentro del país, ya que los periodistas internacionales han tenido prohibido el acceso. «Gracias a los videos que graban los propios sirios, hemos conseguido burlar la censura que imponía el régimen».
Swehat no lo tiene tan claro. «Es cierto que Internet ha ofrecido una herramienta que antes no existía, pero el régimen tiene herramientas para censurar y vigilar en la red, incluso ha recibido apoyo técnico para poder controlar los sistemas de comunicaciones vía satélite».
Más de 12.000 personas han perdido la vida por pedir justicia social y democracia, entre ellas más de 500 niños. Miles de desplazados en Líbano, Jordania y Turquía no saben cuando volverán a sus casas. A los sirios de dentro sólo les queda una salida: resistir a base de sacarmo.