Cuando me encuentro con Fady, su sonrisa me deslumbra. Lleva una palestina alrededor del cuello y una mochila a los hombros. “Es mi cocina portátil”, me dice riéndose. Fady lleva un año en España como refugiado palestino después de que explotara en 2008 la operación Plomo Fundido. Forma parte de la Red de Jóvenes Palestinos y acaba de crear una cooperativa llamada CINPAA (Cooperativa Internacional de Nueva Pedagogía, Arte y Animación) en la que colabora voluntariamente con otras personas. Entre sus actividades, organiza gratuitamente clases de árabe y yoga.
¿Por qué saliste de Gaza?
Salí de Gaza porque yo y once personas más teníamos una reunión con una organización palestina en Francia para hablar sobre la situación en la franja. Cuando explotó la operación Plomo Fundido en Gaza, las autoridades egipcias me denegaron el acceso. El gobierno español nos dijo que podíamos estar aquí hasta que la franja volviera a abrirse. También nos dijeron que fuéramos a Noruega y Suecia y que allí se harían responsable de nosotros, pero desde allí nos recomendaron volver a España porque según la ley internacional era quien se encargaba de nosotros. Ahora estoy esperando que me entreguen la residencia el mes que viene. Aún así no puedo volver a Gaza porque es peligroso.
¿Cómo es ser cristiano en Gaza?
En Palestina no hablamos sobre religiones. Vivimos juntos desde hace mucho tiempo. Los cristianos en Gaza siempre han tenido representatividad. Tienen sus propios colegios y siempre han tenido respeto hacia los musulmanes. Estamos unidos en contra del sionismo. Muchos lideres han sido cristianos. Nosotros somos de Nablus. Mi familia emigró a Gaza hace algunos años. Y en Nablus también hay judíos que no creen en Israel. No es una cuestión de religión. Por supuesto que siempre hay excepciones, pero en general siempre hemos vivido en paz. Nosotros tenemos la misma cultura, formamos parte de la misma sociedad y compartimos el mismo idioma.
¿Cómo está la situación en Gaza en este momento?
Cómo sabrás, hay continuamente cortes de electricidad. El bloqueo no deja entrar ningún tipo de material de construcción. Los edificios necesitan un material especial para proteger las paredes del frío del invierno y no permiten la entrada de este material. Mi familia sigue viviendo en estas condiciones, por no hablar de otras privaciones básicas para la supervivencia.
En este punto, me confiesa que él no cree que un ciudadano europeo sobreviviera más de una semana en las condiciones en las que viven los palestinos en Gaza
El 15 de mayo se conmemora la Nakba, el día que el Estado de Israel declara su independencia y con ella, el éxodo de miles de palestinos hacia campos de refugiados y estados árabes. La misma semana, Casa Sfarad (organismo financiado por el estado que establece relaciones con Israel y promueve actividades culturales) organiza el Primer Congreso Internacional sobre “Trauma y memoria”, un congreso que ha suscitado polémica. ¿qué piensa de la neutralidad de España con la situación de Palestina?
Sí. Formo parte de la Red de Jóvenes Palestinos y esta tarde tenemos una reunión para organizar el evento sobre la nakba. En cuanto a la neutralidad de España, yo creo que todos los países actúan igual porque no saben la verdadera historia de lo que pasó. La gente con la que hablo no conoce la realidad. España tiene una relación diplomática con Israel, sabiendo incluso lo que eso significa. Y quien sabe y no actúa en consecuencia, tiene parte de responsabilidad de lo que está pasando.
¿Qué actividades organizáis con la cooperativa?
Creamos CINPAA una chica argentina llamada Cecilia, un chico español llamado Carlos y yo como palestino. Cada uno de nosotros tenemos una especialidad por una dilatada experiencia en un determinado campo, y yo como formador de nueva pedagogía y filosofía. El chico es psicólogo y la chica trabaja como payasa. Nos conocimos trabajando juntos en un proyecto y decidimos crear la cooperativa para unir todo lo que sabíamos. Normalmente, los psicólogos son teóricos y creemos que se necesita hacer más actividades prácticas. Por eso organizamos voluntariamente actividades para las personas de todos los países. Creemos en los derechos humanos y queremos hablar del Sahara, de América Latina y creemos que podemos hacer algo. También colaboramos con otros organismos y coordinar talleres. También es verdad que necesitamos financiación y estamos buscando colaboración para trabajar para promover los derechos humanos.
Las actividades de CINPAA se organizan en el Patio Maravillas. Para más información, entrar en http://cinpaa.blogspot.com/.
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