17 julio 2016

Bombas rusas contra refugiados en la frontera entre Siria y Jordania



Imagen del campo de refugiados de Hadalat Foto: Muhammad Hamed AFP | Vídeo: ISIDRO SERRANO SELVA

Al menos 12 personas han muerto y otras 40 han resultado heridas en un ataque aéreo sobre un campamento de refugiados instalado en la frontera noreste de Jordania con Siria, informa Reuters. Un alto cargo diplomático confirmaba el incidente a esta fuente e indicaba que los ataques habrían sido lanzados por aviones de combate rusos, según las primeras informaciones.
El suceso se ha producido cerca del campamento Hadalat, a sólo 80 kilómetros de la ciudad jordana de Ruwaished. De confirmarse, éste sería uno de los bombardeos más cercanos a la frontera jordana desde el inicio en septiembre pasado de la campaña de bombardeos aéreos del Kremlin en apoyo al Gobierno sirio contra la oposición armada que lucha para derrocarlo. En un vídeo difundido por las redes sociales podían verse imágenes del instante de los bombardeos y de las víctimas, entre ellas varios niños. Diversos medios aseguran también que los civiles víctimas de los ataques eran familiares del grupo opositor Asoud Al-Sharqiya, los Leones del Este, que combate al autodenominado Estado Islámico.

Las incursiones aéreas se producen tres semanas después del ataque suicida del pasado 21 de Junio contra el puesto fronterizo de Rukban, en el noreste de Jordania, que acabó con la vida de siete soldados e hirió a otros 13. El incidente cuya autoría asumió el IS (Estado Islámico por sus siglas en inglés), dramático pero previsible desde hacía meses, tenía lugar cerca del emplazamiento donde miles de refugiados se han instalado a la espera de entrar en el país vecino. Ya en febrero el Rey de Jordania Abdullah II afirmaba en una entrevista para la BBC que en estos campos "existen elementos del IS. Hay presión por parte de la Comunidad Internacional por dejarles entrar pero es un problema de seguridad nacional fundamental para todos nosotros".

Muchas voces dentro del Reino Hachemita se manifestaron los días siguientes en contra de la política de puertas abiertas. El país que acoge, según las propias autoridades, un millón y medio de sirios, declaraba el mismo día su frontera como zona militar cerrada. Una medida de seguridad que al mismo tiempo impedía que los organismos internacionales accedieran al recinto de servicios donde, atrapados en un área desértica y desmilitarizada de la frontera jordana, 85.000 refugiados -según cifras de Naciones Unidas- recibían agua, comida y asistencia sanitaria.

A pesar de la medida, las autoridades jordanas han vuelto a permitir el acceso de agua potable a la población asentada en la zona, según UNICEF. Además, varios heridos del reciente bombardeo han conseguido cruzar para ser atendidos en territorio jordano. Sin embargo, la harina y otros productos de primera necesidad entran con cuentagotas. Las altas temperaturas y el acceso esporádico a los alimentos generan enfermedades de piel, diarrea y malnutrición, según el último comunicado emitido por Médicos Sin Fronteras. El 51 % de la población son niños.


En tierra de nadie

El área que aloja a los refugiados en la frontera jordana es, en palabras del jefe de misión MSF OCA en Jordania, Luis Eguiluz, una especie de terraplén artificial de aproximadamente dos metros de alto construido con fines estratégicos. "No son campamentos porque no existen los servicios mínimos garantizados para que puedan llamarse así", defiende Eguiluz. La falta de electricidad y agua hacen que las condiciones de vida durante estos meses estivales sean un calvario para la población que sobrevive en precarias tiendas de campaña.

Al área desmilitarizada no tienen acceso ni el Ejército ni el personal humanitario. Allí se levantan los dos emplazamientos que alojan en total a más del número de refugiados que hay en el conocido campamento de Zaatari: los llamados campos de Rukban, único acceso posible de civiles a Jordania, y Hadalat. Para Jordania, los puntos calientes por dónde el IS intenta infiltrarse en territorio jordano. Para las principales organizaciones humanitarias el destino principal de toda la ayuda que logran reunir.

"En Hadalat, los refugiados son principalmente de la provincia de Dar'a mientras que en Rukban vienen de Alepo, Homs, Rakka, Deir Alzor y últimamente, Palmira. Huyen de la violencia en general, pero especialmente desde que empezaran los bombardeos aéreos" afirma Eguiluz. Varias organizaciones, entre ellas MSF, defienden la pronta reanudación de las ayudas a estos refugiados y como solución a largo plazo, el correspondiente realojo a terceros países.

Jordania ha quedado descartado dado el alto número de refugiados que alberga y el último atentado suicida. Como declaraba el Rey Abdullah II en la entrevista para la BBC: "Si quieren adoptar el nivel moral más alto en este tema, los llevamos a todos a una base aérea y estaremos más que felices de reubicarlos en su país". De momento, ningún país ha aceptado la oferta.

Artículo publicado en EL MUNDO, que incluye vídeo producido por INSAN MEDIA.

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