02 agosto 2012

"Prometiste que romperías conmigo el ayuno, pero no viniste"

Una madre siria recuerda a su hijo en el aniversario de su muerte:

"Como este día, luz de mis ojos, como este día me prometiste tomar conmigo el Iftar (la comida para romper el ayuno), pero no viniste. Y ya estamos en el siguiente Ramadán y sigo esperando a que vengas. Siento que estoy como en un sueño.

Aquel día saliste de casa y me echaste una mirada que no voy a olvidar en la vida. Saliendo de casa, agarraste la puerta, te paraste un momento y me miraste como si estuvieras despidiéndote de mi... Por Dios que lo sabía. Me lo decía mi corazón. Pero no lo esperaba tan pronto. Estabas a punto de irte a Arabia Saudí pero me dijiste que no podías dejar el país como estaba.

¡Cuánto echabas de menos a tus hermanas y a sus hijos! Me decías: "Mamá, no vienen, quiero verlos. Mejor que vengan ahora que después". No sabía lo que significaba "después".

Te tengo preparado todas las fotos desde que eras pequeño y toda la época de tu infancia. Las voy a exponer en tu boda. Voy a hacerte una boda sin igual. Esta boda será la boda de los mártires.

Tengo todavía tus risas en mis oídos. Sólo se te oía reír cuando me dabas aquellos sustos, esos en los que luego me cogías de la mano diciendo "Espero no haberte asustado". 

Te veo en los ojos de tus hermanas y en sus hijos, que no llegaste a ver. En tu querido Omar estoy viendo tu infancia, como si fuera una cinta de tu vida que se repite delante de mi. ¡Oh Dios! Intenté reprimirme mucho pero no pude. Me salió de dentro.

Te hablé de un Hadiz (los dichos del profeta Mahoma) que decía que la yihad (el esfuerzo) del hijo único es cuidar de su madre y de su padre. Me decías "Sí mamá" pero luego, les decías a tus hermanas "Decirle a mamá que no se enfade conmigo, pero ya no puedo dejar esto."

Gracias a Dios te vi en mis sueños. Me dijiste que estabas feliz y que no me enfade. Que Dios te de toda la felicidad, amor mío, y pide a Dios por mí, pide que me de fuerza para soportar tu ausencia. Amor mío, espero juntarme contigo y que Dios te acepte como siempre decías que "el Dios de los mundos es más piadoso que la madre con su hijo". 

Dios te ha elegido y la voluntad de Dios se cumple."

Hace un año, un francotirador asesinaba en la ciudad de Homs al joven Adnan Abul Dayem. Adnan grababa con su móvil vídeos para documentar la represión del régimen sirio. Vídeos como este, la matanza del 18 de abril del 2011, conocida como 'la matanza del Reloj Nuevo'. La primera matanza de Homs. Las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes pacíficos:


Indefenso en las calles, minutos antes de su muerte, el 1 de agosto del 2011, portaba un cartel donde pedía libertad, tal y como puede verse al final de este vídeo. El régimen no supo enfrentarse con aquello, a si que alguien decidió que debía morir.


Un año después me atrevo a pronunciar su nombre sin miedo, porque cuando lo asesinaron el miedo todavía me carcomía. Pero las vidas perdidas nos dejan esa herencia, ese rancio heroísmo que nos envalentona.


No merecemos hablar por sus bocas, pero es el silencio que dejaron lo que nos recuerda por qué no debemos callar. 

Iré a visitarte en una Siria Libre, primo Adnan. 

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