16 julio 2010

Te invito a que seas un Aura dorada


Haciendo limpieza en mi cuarto encontré un libro que leí hace muchos años. Se llama Aura gris y su autora es Pilar Molina Llorente. Mientras estaba limpiando el polvo de su portada recordé vagamente la personalidad de la poderosa Aura, una joven romana que se ve envuelta en las primeras persecuciones de los cristianos.

Aquella noche, la curiosidad me empujó a la primera página y sin quererlo el libro me atrapó hasta bien entrada la madrugada. No quería dejar la oportunidad de escribir un post acerca de este personaje y agradecer a la autora su compromiso con el pensamiento que intenta desarrollar en la prematura mente de los niños con este libro.

Aura es una joven de 15 años que se aburre en su palacio. Su madre muere cuando es una niña y su padre es un hombre rico e importante que viaja continuamente a países lejanos para traer las mejores piedras preciosas, que luego talla y engarza en su taller. Por tanto, vive bajo la autoridad de su abuela, una mujer autoritaria y presuntuosa pero que desea lo mejor para su nieta.

Aura sólo tiene a una amiga,Vera, que es la hermana de su prometido Orso. Todos pertenecen al mismo estatus social y la futura boda es la forma más extendida de sellar un lazo duradero en la amistad de ambas familias. Pero Aura no quiere a Orso, un chico holgazán y maleducado que la desprecia y sólo piensa en comer.

Aura, a pesar de su condición tácitamente impuesta, es una joven curiosa que cuida a sus criados, obedece a su abuela y mantiene una actitud reflexiva de todo lo que la rodea. Su vida se transforma cuando un día, paseando con su abuela encima de una litera, observa como a un niño se le cae una moneda que ha obtenido haciendo una venta.

Aprovechando que su abuela charla con una amiga, se escapa de la litera con el fin de ayudar al pobre chico y evitar que por perder el dinero, el vendedor lo maltrate. Cuando finalmente lo encuentra y decide volver a la litera, escucha detrás de una puerta la frase: Yo soy la verdad y la vida”. Estas palabras serán para Aura el comienzo de la búsqueda de la verdad para entender la naturaleza de su vida.

Cuando su abuela emprende un viaje de varios meses para descansar, Aura se aventura en la ciudad para averiguar el significado de aquellas palabras. Es entonces cuando conoce a sus nuevos amigos y en especial a Mario, un joven de familia pobre pero ferviente seguidor de las palabras de Jesucristo.

Aura, que se ve reflejada en las palabras de Jesús, volverá cada día para aprender más sobre su mensaje. Comprende que debe ser fiel a sí misma, siente como propio el cristianismo y decide bautizarse y dedicar su vida a cuidar a los que más lo necesitan, sintiendo predilección por las personas más frágiles como son los niños.

También va creciendo en ella un cariño especial por Mario, quien le acompaña cada día de regreso a su palacio y siempre la despide diciendo: Hasta pronto, Aura dorada.

El nudo de la historia se desenvuelve cuando arde la ciudad de Roma. Aura parte de su palacio desesperada para obtener información del paradero de sus amigos pero sólo encuentra un hogar en ruinas. Gracias a la información que recibe de su esclava Nívea, consigue encontrarlos en unos barracones pero los rumores que circulan no son nada consoladores. El gobernador Nerón acusa a los cristianos del incendio y ordena capturarlos. Aura se compromete a no permitir que sus amigos sufran ningún mal y se lleva a los sobrinos de Mario a su casa y a varios niños que pierden a sus padres en el incendio.

Pero Vera, celosa de los nuevos amigos de Aura, denuncia a su amiga ante las autoridades y es detenida. Durante su estancia en prisión se encuentra con su amigo Mario. Es el apogeo de toda la historia y la conversación entre ellos esclarece lo que debe hacer Aura para no ser devorada por los leones y convertirse en la nueva protectora de las criaturas que tiene a su cargo.

Cuando es interrogada, Aura utiliza unas fórmulas inteligentes para no renunciar a su fe y al mismo tiempo, salir del calabozo para poder educar a los niños en la fe cristiana. Para conseguirlo, Aura debe escupir sobre la cruz frente a todos los condenados a muerte pero lo hace diciendo en voz alta: -Si un beso pudo traicionar (refiriéndose al beso de Judas), un escupitajo también puede cambiar su valor.- Aura es consciente de que muchos de sus amigos no la entenderán, pero para ella escupir o besar son sólo símbolos que están por debajo del futuro de unos niños.

El título del libro son las palabras de Mario cuando, decepcionado, se despide de ella por última vez llamándola Aura gris. Aura se siente herida pero al mismo tiempo consciente de que Mario ha preferido pensar en sí mismo antes que en la vida y el destino de los seres humanos que deja atrás. Todo recobra su sentido cuando su padre, al volver a casa, escucha atentamente las palabras de su hija y comprende que la dura experiencia ha convertido a su hija en toda una mujer.

Y no sólo ignora las palabras de su madre sobre Aura, sino que permite que sea ella quien se haga cargo de los niños, anula su compromiso con Orso y la convierte en la nueva ama de casa. Y quizá lo más hermoso, lo más relevante, es ese Aura dorada que recupera en boca de su padre (que parece que nos lo dice a nosotros, los lectores, que aún tenemos el corazón en un puño por las duras palabras de Mario), que hace que Aura comprenda que hizo lo correcto.

El mensaje del libro es que existe una función en la vida para todos, para todos sin excepción. Hace poco supimos que Sakineh Mohammadi Ashtiani espera a ser lapidada por el régimen iraní. Cuando una noticia de una crueldad tan evidente invade los medios de comunicación, suelen olvidarse también las penas de muerte que de forma legal se practican todavía en Estados Unidos o en China, en donde aún se desconoce el número de ejecuciones al año.

Todos vivímos  bajo las decisiones de alguien que nos gobierna , pero somos los individuos quienes debemos demostrar que los Estados en los que vivimos no siempre nos representan. Aura podría haberse conformado con el destino que estaba escrito para ella. Aura incluso podría haber muerto devorada por los leones si su capacidad de pensamiento hubiese sido superada por las palabras de Mario.

Sin embargo no fué así. Aura tomó la dificil decisión de renunciar a todo lo que tenía por el destino de una generación futura. Por eso, quiero creer que en cada país hay muchas personas como Aura que luchan con lo que tienen por abolir, entre otras cosas, la pena de muerte en todas sus formas.

No debemos etiquetar por su nacionalidad, estatus, sexo o condición a las personas con las que nos encontremos, sino por su nivel de pensamiento, como nos recomienda la autora. Por que es esa y no otra, la única herramienta capaz de enfrentar la vida con coherencia y elevar al último objetivo lo que verdaderamente importa: la dignidad del ser humano.

1 comentario:

  1. ME ENCANTA ESTE LIBRO...lolei masde50 veces de niña hasta hoy...

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